Llámeme iluso, pero uno siempre tiene la esperanza de una evolución ordenada, con sentido, con lógica; de un cambio sin sobresaltos demasiado extremos pero con variaciones; de un saber escuchar a las personas que literalmente se dejan el pellejo cada día luchando en sus puestos de trabajo para sacar adelante un sector con dificultades y carencias en nuestra provincia. Carencias, pero con ganas. Con ganas de despertar, de salir de la burbuja, de empezar a mirar por sí mismo, en conjunto, de globalizar el panorama gastró granaíno y de una vez por todas soltar lastre.
Resulta que el pasado puente de Todos los Santos se «celebró» en Granada la «Feria de la Gastronomía» y por segunda ocasión denominada «Granada Gourmet». Celebro el cambio de patrocinador, en esta ocasión ha tomado las riendas Cervezas Alhambra, quien en su stand ha organizado distintas actividades: Catas de cerveza, pequeños pero muy buenos conciertos y showcooking para los que ha contado con varios cocineros granadinos como: Juan Andrés Morilla, David Reyes, Rafael Arroyo o Miguel Castilla.
Para la parte formativa, la organización convocó a varios cocineros con Estrella Michelín, José Alvarez de Rte. La Costa (El Ejido), José Carlos García de Rte. José Carlos García (Málaga), Julio Fernándes de Rte. Abantal (Sevilla), Rubén Trincado de Rte. Mirador de Ullía (San Sebastián), Xavier Gutiérrez, investigador en el laboratorio de Arzak (San Sebastián) y otros como el por todos conocido Jose María y su cochinillo y varios integrantes de la Sociedad Gastronómica de Donosti.
Quizás por falta de comunicación, quizás por conocer lo que nos encontraríamos, quizás por castigo, o por no haberse dirigido al público especializado, las ponencias estaban prácticamente vacías. Y es una pena por el contenido de las mismas, pero ya resulta, desde mi más modesta opinión (faltaría más) un poco cargante que el director, asesor, presentador, moderador quiera ser el centro de atención en todo momento dejando ojipláticos a los ponentes, grandes profesionales que se prestan a colaborar.
¿Tan difícil es echarle cuentas a los cocineros que ejercen su profesión en Granada? Dejar de lado a aquellos que viven el día a día de la restauración granadina me parece de lo más inoportuno y desacertado. ¿Acaso no tenemos nombres cuya cocina suena más allá de nuestro círculo y que son convocados a otros congresos, con gran éxito por cierto? Talento al que podría sacarse muchísimo partido formando parte de estas ponencias y serviría además para acercar nuestra gastronomía al público asistente y probablemente para atraer aún más al no asistente.
Escaso poder de convocatoria en cuanto a expositores. Se echa en falta la participación de las principales Denominaciones de Origen e IGPs de la provincia y de la marca y sello de calidad, amparada por la Diputación de Granada, Sabor Granada. Yo me preguntaría el porqué.
A destacar el papel nuevamente de Pilsa, que en su stand animó con fortuna al público asistente, organizando catas, showcookings y talleres de cocina. Quizás Pilsa podría ser un gestor del evento magnífico. Infraestructura, contactos, formación, credibilidad… ahí lo dejo.
En cuanto al área de tapas… con todo el dolor de mi corazón, hay mucho más nivel en Granada, podemos caer en típicas excusas como falta de medios, de organización o de planificación, pero señores, ya que deciden participar en un evento así, algo por lo que les aplaudo, saquen sus mejores armas, vístanse de gala y abanderen la gastronomía granadina como Dios manda. Quizás gran parte del público asistente lo que iba buscando era sencillamente engullir como si no hubiera un mañana y pasar el rato sin prestarle la menor importancia a la parte gastronómica pero algo que lleva el nombre de Gourmet, no sólo debe quedarse en la parte definitoria, también hay que demostrar, y sé de buena tinta la alta calidad de los participantes.
Y hablando de contar, y de escuchar, ¿no creen que sería muy positivo recoger estas opiniones, críticas en algunas ocasiones, constructivas la mayoría, y hacer un replanteamiento del sistema? ¿Qué estamos promocionando? ¿Qué estamos vendiendo? ¿A quién se lo estamos vendiendo? ¿Queremos más interés por parte del sector local? ¿del regional? ¿del nacional? ¿Hacia dónde vamos (de dónde venimos)? ¿Qué nos define? ¿Qué queremos que nos defina? ¿Quién nos representa? ¿Queremos que siga haciéndolo?
La iniciativa del evento es buena, el enfoque no lo es tanto… debería, la organización, hacerse mirar pues, éstas, mis moderadas palabras, que no son nada comparado con lo que el propio sector gastró granadino cuenta al respecto.
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4 comentarios
Granada Gourmet es, como bien dices, una feria y léase en el más amplio sentido de la palabra. Se incluye el término “Granada” porque es el lugar donde se realiza, pero dista mucho de representar a la restauración granadina. Es simplemente un negocio , además de una vía de lucimiento del que se piensa protagonista y epicentro de la gastronomía en Granada.
Hay que entenderlo como negocio. Es un producto del marketing, lleno de nombres estrellados para cautivar la atención del ciudadano de a pie. Hoy día, todo lo gastro, bistro, foodie, gourmet, vende mucho. ¿Y qué hacen los negocios? Subirse al carro, aunque no sepan hacerlo. Es una cuestión cultural, hay que exprimir las gallinas de los huevos de oro.
Este circo, (perdón, feria), no puede ser un referente en Granada, ni creo que ésa sea su intención. Han llenado las arcas y de eso se trataba. Pero el ciudadano de a pie sí persigue este espejismo gastronómico. Y, en su camino por el desierto, si no encuentra agua, beberá arena.
Y Granada se merece beber agua, porque la tiene de gran calidad.
Paz, incluso entendería que el ánimo de lucrarse fuese el único motivo. Pero aquí, además, está el ego de una persona por encima de todo. Manifestación en toda regla de narcisismo y autobombo cosa que por otro lado es absolutamente ridículo. El ciudadano de a pie está endiosando a quien no representa a nadie y ese es uno de los problemas de marketing de este sector. ¿Solución? Pues probablemente no sea la única solución, pero todo va a pasar por que los profesionales de la restauración se planten y digan… señores, hasta aquí hemos llegado.
Estoy a favor que se celebre la feria (negocio) gastronómica de Granada porque es una forma de promocionar lo nuestro pero os habéis olvidado de algo importante que también es lo nuestro y son nuestros vinos primero los de fuera y después la muy poca representación de los nuestros
El llevar el nombre de Granada en su cabecera debería conllevar la implicación sí o sí de de las DO, DOP, IGPs (y no sólo de vino) que tenemos en nuestra provincia, que no son pocas. Por otro lado contar con cocineros granadinos para colaborar tanto en la organización como en las ponencias y por último (aunque podría seguir) exigir un mínimo de calidad a los restaurantes expositores. Es una máquina de hacer dinero, sí, pero también es algo que nos está representando y hay que echar el resto para dar el máximo de calidad. Negocio, vale, pero no a cualquier precio.