La armonía perfecta: AOVE y pan
[vc_row padding_top=”0px” padding_bottom=”0px”][vc_column fade_animation_offset=”45px” width=”1/1″][text_output]…”Vente a Granada, muchacha.” Y la niña no lo escucha. La niña del bello rostro sigue cogiendo aceituna con el brazo gris del viento ceñido por…
Compartir